El proyecto
de educativo de la región Lambayeque promueve y promociona el uso de la lengua
materna como símbolo de la perpetuación de las costumbres y tradiciones de los
pueblos de nuestra región. nuestra lengua materna es el testimonio autentico de
nuestra singularidad y sello inequívoco de nuestra estirpe mochica.
Nuestra
región Lambayeque registra un importante avance en la educación intercultural,
teniendo en cuenta que es una región en la que habitan diversas comunidades
culturales con su propia lengua materna y formas de expresión.
En ese
sentido, destacó la importancia de alfabetizar en su lengua materna a las
comunidades que hablan quechua, aimara, muchic
Es importante el uso de la lengua materna porque permite
incentiva que los niños que habitan en zonas con una lengua materna distinta
del castellano puedan ser alfabetizados en esa lengua originaria, dado que las
categorías de pensamiento son distintas de acuerdo a la lengua que uno aprende
desde niño.
Debido a la
avalancha del mundo globalizado donde el inglés desempeña un rol preponderante
las lenguas maternas se ven amenazadas de ser extinguidas en el caso de nuestra
región las lenguas nativas puede desaparecer, así como el quechua y aimara si
no se propicia una política seria con respecto a revalorar nuestra lengua
nativa.
La lengua
materna es importante porque es el medio de comunicación de cientos y miles de
seres humanos que practica una lengua de antigua data y son los últimos
reductos que nos une a nuestro pasado idiomáticamente hablando ya es la manera
como nuestro pasado se perpetua en el tiempo y el espacio de nuestra sociedad
lambayecana.
La lengua
materna practicada en nuestra región permite que nuestra costumbres y
tradiciones perduren en el tiempo una señal de esto es nuestra variada
gastronomía que revela una fuerte influencia de nuestro añejo acervo cultura
muchic
A nuestra
lengua madre le debemos todo lo que sabemos y todo lo que somos. Ya que nuestra
personalidad se forma en la interrelación con otros, que sólo es posible a
través del lenguaje. Y todo lo que aprendemos, ya sea leyendo o escuchando a
otros, también depende de nuestra lengua madre debemos cultivar propiciando su
uso doméstico tanto en casa como en los medios de comunicación, el comercio, la
televisión regional debe difundir su programación tanto en español como nuestra
lengua materna en el caso de Lambayeque el muchic.
Es muy
importante porque es la primera lengua que aprendemos y sin ella no podríamos
comunicarnos con las demás personas de forma oral.
. Personal
- La lengua materna es necesaria para mantener la identidad
. Social -
Cuando no se mantiene la lengua materna hay una pérdida de conexiones y enlaces
culturales en el vecindario y en el mundo.
3.
Intelectual - Los alumnos necesitan un continuo desarrollo académico. El cambio
de solo aprender inglés usualmente resulta en una falla académica.
4.
Educativa - Los alumnos que aprenden inglés mientras continúan el desarrollo de
la lengua materna, tienen más éxito académico en los años posteriores.
5.
Económico - Hay más oportunidades de empleo en Norte América y en el mundo para
personas fluentes en inglés y otro idioma.
También,
según los investigadores, los programas diseñados para personas en vías de
aprender inglés deben consistir de los siguientes elementos:
1. Procesos
socioculturales que incluyen factores que ocurren en la comunidad con respecto
al pasado, presente y futuro.
2. Procesos
lingüísticos que incluyen la adquisición en ambos idiomas de las habilidades de
escritura y habla.
3. Procesos
académicos que desarrollan habilidades en todos los objetivos académicos a
niveles avanzados.
4. Procesos
cognitivos que desarrollan habilidades para resolver problemas, desarrollan la
creatividad y desafían a los alumnos.
Estos son
algunos de los asuntos más urgentes cuando pensamos en el futuro de nuestra
juventud. No permitan que una persona que no es bilingüe tome una decisión que
es suya. Hay organizaciones como La Asociación de Educación Bilingüe de
California y Excelencia y Justicia en la Educación cuyos propósitos son
promover una educación de calidad para todo el pueblo.
También se
les recomienda tomar tiempo para cuestionar a los maestros que trabajan en su
vecindario para que ellos clarifiquen el rumbo que se le está dando a la
educación de su hijo/a.
Se estima
que actualmente se hablan alrededor de 600 lenguas aborígenes en toda América.
Antes de la llegada de los españoles el número de lenguas amerindias era el
doble. Es decir, cientos de lenguas han desaparecido y con ellas la cosmovisión
de los pueblos que las hablaban. Se calcula, además, que en los próximos años
alrededor de 300 lenguas van a desaparecer en todo el continente americano.
Tal vez, si
en lugar de lenguas dijéramos especies vegetales o animales despertaríamos la
preocupación de los grupos ecológicos y las campañas de prevención se
sucederían. Pero hablamos de lenguas minoritarias, de comunidades olvidadas, de
grupos excluidos y tal vez por eso no merecen la atención de los organismos
gubernamentales, de instituciones educativas, ni de los grupos intelectuales.
Es por ello que debemos los lambayecanos rescatar nuestra lengua materna del
contrario formaremos parte de las 300 lenguas amerindias que se calculan
desaparecerán en los próximos años.
La
importancia de la lengua materna no puede ser minusvalorada, toda vez que está
íntimamente relacionada con nuestra personalidad y entorno. De hecho, algunas
disciplinas lingüísticas ponen de manifiesto el lugar central que tiene, tal como
la pico-lingüística que estudia la relación entre lengua y mente, la
euro-lingüística, que estudia la que existe entre lengua y cerebro, la
etnos-lingüística que trata sobre la conexión entre lengua y etnia, o la
socio-lingüística que versa sobre el nexo entre lengua y sociedad. De ahí que
toda lengua, desde la más hegemónica hasta la más amenazada de extinción, sea
vehículo de expresión e identificación personal mediante la cual el individuo
piensa, siente, imagina y verbaliza, estableciéndose así un lazo indisoluble
entre personalidad y lenguaje.
Tristemente,
ha habido y hay la tendencia a exaltar unas lenguas en detrimento de otras, lo
que ha llevado a que las rencillas y guerras propias de la naturaleza humana se
hayan hecho extensivas también a este campo.
Una de esas
tendencias ha sido la de conceptuar a ciertas lenguas como idiomas y a otras
como dialectos, entendiéndose por idioma una lengua de cultura, categoría y
rango superior por su número de hablantes, riqueza literaria e histórica,
mientras que dialecto sería simplemente una lengua minoritaria, sin prestigio,
especialmente si no tiene sistema de escritura, o si carece de corpus literario
significativo, hablada por personas pertenecientes a un estrato social de baja
categoría.
Sin
embargo, no es faltar a la verdad si decimos que todo idioma es un dialecto y
todo dialecto es un idioma, independientemente de las anteriores
características. En efecto, ¿a quién se le ocurriría hoy decir que el español
es un dialecto? Y sin embargo esa es su relación con el latín, hasta el punto
de que socarronamente se dice que quienes hablamos español en realidad lo que
hablamos es un mal latín.
Por otra
parte, mucha gente no tendría ningún problema en asumir que el asturiano es un
dialecto, en el sentido peyorativo de la palabra. Pero, aunque sea hablado
solamente por cien mil personas, circunscritas a la parte septentrional-central
de España, el asturiano tiene el mismo derecho a ser conceptuado como idioma, a
causa de que no tiene menos estructura, complejidad y creatividad gramatical
que el español. Otra cuestión distinta es que dentro de una lengua existan
diferencias dialectales, como las que hay en el español, donde es evidente que
un andaluz lo habla de una manera peculiar, al igual que lo hace un canario, un
madrileño o un murciano, por no hablar de un mexicano, un argentino o un
ecuatoriano.
Creo que la
Biblia tiene algo relevante que decir acerca de la importancia de la lengua en
general y la lengua materna en particular, porque después de todo Dios se nos
da a conocer hablando y para ello emplea el lenguaje humano. El Verbo, término
que engloba pensamiento, palabra, comunicación y acción, es el nombre que en el
evangelio de Juan (1) se le da a la segunda Persona de la Trinidad, de manera
que en Jesucristo tenemos la Revelación de Dios que nos habla en términos
personales y verbales que podemos comprender, siendo la Sagrada Escritura esa
misma Revelación puesta por escrito en una lengua que somos capaces de
entender…
La lengua
materna es la primera que se aprende; la que se usa para comunicarse, para
expresarse, para adquirir conocimiento y reclamar los derechos democráticos. Es
por eso que los puertorriqueños deben defender y perpetuar el español.
El llamado
lo hicieron varios catedráticos del Departamento de Estudios Hispánicos (ESHI)
del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), que celebró la Semana de la
Lengua, esta vez dedicada a explorar la relación entre Lengua, poder, derechos
lingüísticos y la importancia de construir conocimiento en la lengua materna.
En los
últimos años, y como consecuencia de la globalización, se intenta convencernos
de la importancia que tiene el aprendizaje de una lengua a la que se considera
como universal. Esta idea no se diferencia demasiado de aquella otra que
buscaba la creación de una lengua artificial, el esperanto, como medio de
comunicación, sin tener en cuenta que “Cada lengua encierra la visión del mundo
de sus hablantes: cómo piensan, qué valoran, en qué creen, cómo clasifican el
mundo que les rodea.” (Según Dixon citado por Moreno Cabrera 2000: 215). Pero
quizás lo más grave de creer en la posibilidad de que una única lengua funcione
como medio de comunicación universal, es no saber valorar la riqueza que supone
la diversidad lingüística y cultural.
La realidad
multilingüe y pluricultural de Argentina nos compromete a trabajar para el
rescate y revalorización de las lenguas minoritarias, y la institución escolar
es un ámbito privilegiado para la conservación y promoción. de las lenguas y
culturas autóctonas. Se trata en consecuencia de trabajar para la formación de
ciudadanos libres que construyan su futuro sobre la fortaleza de sus raíces y
con un espíritu abierto a la pluralidad del mundo. No debemos permitir que
nuestra lengua nativa se pierda debemos difundirla y sobre todo practicarla.
En el
desarrollo de la lengua materna (o de uso predominante) --L1--, se debe prestar
especial atención a fortalecer las capacidades de comunicación oral, a
enriquecer el léxico y el conocimiento de la gramática, al aprendizaje de la
lectura y escritura y, finalmente, a lograr niveles de dominio amplio de la
lengua. La lengua materna (o de uso predominante) es, en algunos casos, una
lengua indígena; en otros, el castellano.
En el caso
peruano, su realidad multilingüe, multicultural y diglosia constituye el
contexto dentro del cual una numerosa población realiza sus aprendizajes. El
papel que juegan las lenguas y la cultura en el proceso educativo reviste una
importancia decisiva y, en razón de ello, resulta necesario impulsar un tratamiento
adecuado de las lenguas y de la cultura en la educación, bajo la modalidad de
la Educación Bilingüe Intercultural (EBI).
En efecto,
no todos los niños y niñas del país inician y despliegan su vida en la misma
lengua; tampoco todos tienen los mismos referentes y valores culturales. Sin
embargo, todos tienen derecho a ser atendidos en sus necesidades, considerando
sus peculiaridades. Es responsabilidad del Estado la definición de una política
sobre las lenguas y culturas en relación a la educación, a fin de desarrollar
plenamente las competencias comunicativas de todos los educandos y de buscar la
pertinencia y el significado de los aprendizajes.
Miles de
niñas y niños peruanos, de regiones andinas o amazónicas, necesitan desarrollar
sus procesos cognitivos y de socialización, sus múltiples competencias y
capacidades; y esto sólo es posible en la lengua propia, aquella en la que uno
vive, piensa, se emociona y sueña. Al mismo tiempo, estos niños y niñas
necesitan la lengua común, el castellano, que amplía el espacio de sus redes y
oportunidades. Este es el sentido de la educación bilingüe: conocer e
intervenir en el mundo y la sociedad con mayor amplitud de perspectiva y
redoblados instrumentos de coordinación y acción.
El uso de
la lengua vernácula y del castellano en la educación abre la puerta a
intercambios mutuamente enriquecedores. Cada lengua aporta su mundo
referencial, su tradición histórica, su comunidad de hablantes. Por ello la
educación bilingüe invita al diálogo. Hace que todos los actores educativos
(alumnos, docentes, padres de familia, comunidad, etc.) se conviertan en
interlocutores. Cada actor, desde su lugar y experiencia particular, interviene
en la construcción común de los entendimientos y saberes. La relación
docente-alumno deja de ser mera instrucción y se transforma en interacción
crítica y creativa en la que todos aportan y aprenden. Uno de los presupuestos
de la EBI es el respeto a la diversidad y su utilización como recurso. En otros
términos, una educación bilingüe auténtica es también una educación
intercultural.
En menos de
un siglo han desaparecido 11 grupos étnicos de la Amazonía peruana y otros 18
se encuentran en peligro de extinción, reveló la Congresista quechua María
Sumiré, durante un Fórum dedicado al Día Internacional de la Lengua Materna,
fecha declarada así en 1999 por la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En el Fórum
"La importancia de la lengua materna en el desarrollo de nuestros
pueblos", la parlamentaria recalcó la necesidad de que el Estado dicte
normas eficaces para evitar que las lenguas maternas desaparezcan. Con este
fin, Sumiré, insistió en que se ponga en debate el dictamen del Proyecto de Ley
806 que propone la Preservación y Uso de las Lenguas Originarias del Perú y que
fue presentado en diciembre del 2006.
El dictamen
busca se reconozca el derecho al idioma, identidad y la cultura de 5.818 comunidades
originarias del área andina y las 1.345 comunidades del área amazónica. El
evento desarrollado en el local del Congreso, expresó un reconocimiento a la
Iglesia Metodista Indígena Sol de Oro de Cusco, primera Iglesia Metodista
Indígena del Perú. En el país existirían cinco millones de pobladores indígenas
y más de 4 millones y medio de pobladores andinos.
Profesor:
Ronald Ramirez Olano
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